El Proyecto


LA CASA RURAL


Este proyecto nace en 2006. Debido a la obligación de realizar obras en la casa, y teniendo en cuenta el potencial de ésta y la inexistencia de alojamientos en la localidad y en las poblaciones cercanas, se decide sacar este proyecto adelante.


Se trata de ofrecer un alojamiento confortable, tranquilo y familiar, en un enclave rural de gran atractivo paisajístico, y ecológico como es la localidad de La Almolda en la comarca de los Monegros.


El edificio ha sufrido importantes modificaciones a través de su historia motivadas por sus diferentes usos y propietarios que por ella han pasado.

 La última modificación sustancial fue su división, ya que pertenecía a dos hermanos  Paco y Julio Rozas.  A través de este último ha llegado a nosotros, la familia Rozas Rivera.

La división de la casa conllevó el arreglo de lo que hoy es la Casa Rural "La Chocolatera" entre los años 45 - 50 y el comienzo de la decadencia de la otra parte de la casa por permanecer inhabitada. Por otro lado, esta obra llevó a la pérdida de parte de las estructuras antiguas de la casa pero a la conservación general de la misma en nuestra parte, y a la conservación general de la otra parte tal y como estaba entonces, pero en muy mal estado debido al paso del tiempo. Y también debido a que los suelos de una planta se tiraron, dejando la estructura mermada y produciendo la aceleración de su deterioro estructural. Esta parte se ha rehabilitado en el año 2013.  




Fachadas norte y oeste de la Casa. 2007. Detalle de la puerta principal y de capilla de la fachada.


El edificio se encuentra enclavado en el centro de la Villa, columna vertebral de edificios de interés turístico. La casa consta de tres plantas por la calle Santa Bárbara y cuatro por la calle del Horno, ocupando media manzana. 


 En todo el edificio se mantiene la estructura general que se conservó durante los últimos cien años. En la fachada principal se puede admirar el escudo de alabastro que es cuarteado y contiene: Cruz estrecha paté de gules, cantonada de cuatro estrellas de ocho puntas, castillo, escudo y un cuadrante muy interesante del que desconocemos su significado. Posee también lambrequines de cueros recortados y cimera superior.

Escudo en alabastro

 Los balcones, de forja antigua, las puertas y contraventanas rehabilitadas, están rematados en ladrillo exclusivamente los de la fachada oeste, ya que en la fachada principal fueron encalados y en algunos casos repicados. También hay  un arco de medio punto en la puerta principal y en todas las ventanas de la última planta.

 En el interior se conserva una pintura mural pintada al fresco (antigua ubicación del oratorio o capilla) con escudo de los Franciscanos. Puertas interiores dobles de cuarterones (similares a las del Escorial y otros edificios de la época). Suelos cerámicos en rojo y amarillo en alcobas, y rojo en patio y zonas de la planta baja, también suelos de madera en la antigua cocina y zonas de la planta inferior. En la fachada sur se conservan dos arcos de medio punto, uno superior y otro inferior de acceso al patio original de la casa. Del resto de  arcada de la galería (tres arcos más por piso), se intuye uno y parte de otro en la  primera planta, pero en la superior estan totalmente destrozados. En la fachada posterior habia puntas de diamante pero han desaparecido tras la última rehabilitaión en 2013. 


Arcos que aún se conservan y fachada posterior con los picos de diamante. Foto hecha en 2007.






 Durante la última obra, se ha intentado conservar  o simular todo lo que se ha podido. De este modo, los arcos de las puertas de la fachada se han colocado sobre los antiguos, y en ambas puertas,  ya que en la actual puerta de entrada salio otro arco al picar la fachada. Las ventanas de la última planta en la obra anterior se cuadraron y esta vez han vuelto a su estado original. La capilla del santo de la fachada que estaba tapiada no se rehabilitó y se dejó tapada (ver foto de fachada anterior a la obra, señala con una flecha). Debido a la humedad y al mal estado de la piedra de la fachada se decidió cambiar el formato. Los balcones, puertas y borjas han sido limpiados y conservados (sobre todo la madera), durante los últimos años aunque se han conservado muy bien, al igual que los suelos, se trabaja en mantenerlos igual.
Las pérdidas en el mural pictórico no son por deterioro sino por acción varias durante la guerra civil. 


Por todo esto, la obra para acondicionar la Casa Rural que pueden disfrutar hoy , da comienzo en enero de 2007 y se prolonga en el tiempo hasta la actualidad.


En todo momento se busca la armonía y la comodidad para los visitantes y los dueños, que compartiremos esta gran casa con todos los que querais.


Por fin, en 2008, en La Almolda nace la primera Casa Rural de la zona, bautizada como no podía se de otra manera, como Casa la Chocolatera. 

El alojamiento rural se ubicará en la primer y última planta de la casa. La parte baja, consta de 2 habitaciones dobles, un baño, cocina-comedor completamente equipada, terraza-salón y posibilidad de utilización de bodega con chimenea, ubicada en lo que fue el patio de entrada original a la casa.

En la planta de arriba, hay una habitación doble con dos camas individuales (o triple, según necesidad), una doble con cama de matrimonio y una tercera habitación loft con tres camas, dos individuales y una doble. Además hay  salón y baño ….y unas vistas espectaculares.

Pilar Rivera Palacio, la casera, os acogerá con gran entusiasmo y ambiente muy familiar, ilusionada cuando llegan familias, trabajadores, o grupos en un entorno con maravillosos paisajes y tranquilidad.

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